Benditas
lágrimas que vinieron a ser en el tiempo mares de amores
desbordados, miradas que abrazan muy fuerte, ojos que, mirando,
gritan el nombre de tu hijo, pero que es el tuyo en otras letras…
es como si estuvieses prestado en otro cuerpo buen amigo, cuánto
amor de pueblo, pero del más limpio y grande, desde lo más profundo
del ser entero, eres y serás por siempre grandeza sin límites ni
fronteras...Si la voz del pueblo es voz de DIOS, ya éste, el de la
cuna de Bolívar, habló muy fuerte, lejos y largo, con la seguridad
de saberse muy bien acompañado por su amante protector...Siempre se
dijo que Venezuela es tierra de gracia donde el Creador del Universo
sembró en sus límites las más grandes maravillas naturales, pero
grande es la tierra que pare grandes como nuestro padre Bolívar, a
ti, nuestro comandante amigo, segundo libertador y ahora vemos grande
a tu hijo heredero, otro motivo más para recordar, cada día, tu
gran obra comandante...y que pueblo tan grande, con no menos grande
corazón!
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