RIEGO

No te lloro porque te fuiste o ya no estés entre nosotros,es que mis lágrimas no entienden de tus ausencias prolongadas...se acostumbraron a verte y escucharte cada día en tantas partes, contagiando a más de uno con tu risa de inocencia pueblerina, sencilla, sin doblez, fresca como tus cuentos interminables de sabana, perdona mi ignorancia acumulada o tal vez mi falta de manejo emocional mi comandante, creo que ellas salen a tu encuentro agradecidas por tanto recibido de tus manos, de tu amplio corazón bolivariano...conciencia, historia, constancia, disciplina, resistencia, humanidad, hermandad, amor profundo...patria buena...mi Comandante lloro para regar el campo donde sembraste sin descanso y sin reposo tu semilla independentista, soberana y libertaria...pero aclaro mi comandante, no son solo mías las que ves llenar el río, somos millones con sentimientos y lágrimas miles, que decidimos vivir regando el camino con ellas, para hacerlo mucho mas fértil, te lo juro hermano mío y comandante mío no son signo de debilidad o desesperanza, en ellas encontraràs, si examinas su color, admiración, consuelo, agradecimiento, respeto, consideración...lo que menos verás será tristeza o frustración...son lágrimas que brotan como el lenguaje que se queda corto si se intenta decir con solamente las palabras que heredamos para comunicar los sentires interiores...sabes qué descubrir en ellas amado héroe mío? Que cada una de ellas grita tantos te AMO sin mesura, sin complejos ni vergüenza...pero...Hermoso Camarada...cuàntos "TE AMO" se repiten por segundos sin mesura, no imaginas el monstruo que despertaste, ese que por años vivió adormecido y casi anulado, te confieso que hoy se respira en este ambiente, en estos días, el aire más puro de conciencia, de lucha...de esperanza, en estas tierras que llamaste sin errar La Patria Grande

Autor: Benigno Canache